miércoles, 16 de junio de 2010

Marianne Faithfull


¿Qué sería del mundo sin las drogas? De entrada, no comentaríamos muchos de los discos que se ven por aquí, por la sencilla razón de que sin el aliciente alucinógeno y alienante de los narcóticos el mundo del rock no sería lo que es. Auge y caída, gloria y redención, descenso a los abismos, muerte y destrucción, discos clásicos, carreras lampedusianas, todo eso y más es lo que las drogas han dejado en el mundo del rock, y obviamente no es sólo cosa de hombres, a finales de los setenta la musa Marianne Faithfull se limpió las cicatrices de su batalla contra las drogas, espantó a sus demonios y volvió al mundo de la música con “Broken English”, un disco que aclamado por expertos y neófitos como una obra maestra (realmente lo es) y que nos muestra incluso en su portada lo duro que es el ser alcohólica y adicta al heroína: el cigarrillo sostenido más por costumbre que por gusto; la iluminación apagada emulando la oscuridad en que se vive y el gesto de dolor y vergüenza después de una larga noche. Atención a “The ballad of Lady Jane”.

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