El rey del soul latino

Estados Unidos de América, el país capitalista por antonomasia, siempre –y esto te puede gustar o no, pero es verdad- ha vislumbrado por la capacidad para producir cultura, llámese música o cine; por encargo o como manifestación de la multiculturalidad que allí se vive, los USA siempre han sido territorio fértil para cualquier tendencia, y Joe Bataan es uno de esos innumerables ejemplos. Bataan, un afroamericano de ascendiencia filipina, estudio música de adolescente cuando era encarcelado por sus crímenes callejeros. Creció en todos los sentidos y con ello tuvo a bien dejarse influenciar por el Boogaloo y el Doo-wop de la época. Publicó “Riot!” en el convulso año de 1968 y con ello dejaba en claro su espíritu combativo, el orgullo de ser del spanish harlem y de paso dejar huella en los sonidos de New York que fructificarían en el futuro. En “king of latin soul”, el buen Bataan se alía con los barceloneses Los Fulanos y facturan un disco redondo, de grandes clásicos revisitados y ritmos contagiosos, de esos que recomendamos para animar cualquier reunión, siéntelo aquí.

¡Bailemos con los Spotnicks!

Existen grandes grupos de rockandroll que a pesar de las modas y las tendencias siguen en el camino, y no me refiero a esos “artistas” -de Heavy metal, o punk, o metal extremo o lo que sea- que dejan su banda de siempre y vuelven como si nada hubiera pasado, sino a aquellos que conservan el espíritu joven y alocado. Como Los Spotniks, una de esas bandas que por deberían estar al nivel de The Ventures y que con su rock instrumental deleitaran a propios y extraños (modernos excluídos). Llevan más de 40 discos editados y siguen tocando por todos lados; eso es el rockandroll. En “Bailemos con los Spotnicks” nos ofrecen un montón de canciones que harán que comience el guateque, a la española. ¡Baile y diversión! ¡Por aquí!.

Kiss

La banda más caliente del mundo, antes de que Gene Simons decidiera convertirla en la banda más lucrativa del mundo, encandilo a medio mundo del rock por lo teatral de su propuesta, pero también por sus grandes canciones llenas de energía, ritmo y rockandroll. “Double Platinum” es una recopilación llena de enormes joyas –de las que no puedo dejar de mencionar “Do you love me”, “Let me go rock and roll”, “God of thunder” o “Cold gin” ¡puros clásicazos!- que hará las delicias de veteranos conocedores de la banda como de la muchachada que se acerca con curiosidad a la kissmanía. La banda más caliente del mundo, aquí.

Kind of blue

“Kind of blue: número de referencia 1355 del sello Columbia. Posiblemente los solos más rigurosos y a la vez más imaginativos de toda la carrera del trompetista Miles Davis. Un álbum que se planeó como un ejercicio de espontaneidad, según contaba el pianista Bill Evans, a la manera de esas pinturas japonesas hechas con un solo trazo firme, en donde es imposible borrar o reteñir. Unas horas antes de entrar al estudio de grabación, Davis fue al apartamento de Evans y allí trazaron un bosquejo de lo que iban a tocar. No compusieron nada, porque en realidad lo único que escribieron fue alguna indicación escueta para los instrumentos. La verdadera composición habría de darse en el momento mismo de la grabación. Antes de empezar a tocar, los músicos harían conciencia de que su interpretación debía concentrarse en una sola escala, explorar todos los sonidos y combinaciones posibles dentro de la escala…Kind of blue es la demostración en disco de que la libertad se encuentra justamente dentro de las reglas, que el infinito está más cerca de lo que pensamos.”

“La nostalgia del melómano”
Juan Carlos Garay

keep on souling mister Brown !!!

James Brown, el "Godfather of Soul", fue un tipo duro, de hecho más de uno opina que era un rockandroller total. El buen señor Brown vivió casi siempre a tope y en ocasiones llegó a comportarse como un verdadero patán, en su historial aparecen detenciones por ebriedad, tráfico de armas, drogas, violencia conyugal, etcétera. En fin, por suerte también fue una bocanada de aire fresco para la música afroamericana, él fue el chico malo que le dio la espalda a la dulzona onda Motown y se regocijo en el soul, el jazz, los ritmos afrocubanos, el funk y demás sonidos urbanitas. “Hell” es uno de los discos que publicó en los setentas, puro funk denso y combustible. Para ti, aquí.

Astrud Gilberto

Astrud Gilberto, la más conspicua de las representantes de la bossa nova brasileña durante su edad de oro. "Finest hour" es una recopilación de sus canciones más conocidas, aquellas que nos llevan a caminatas por la playa, fiestas lujosas o noches de pasión y fiesta llenas de martinis. Aquí está.