"Esplendor en la arena" de Hello Cuca

Hello Cuca es una banda española que hace un rock/pop/surf/rockabilly realmente superior. Influenciados por el viejo rock americano y con unas letras sobre situaciones cotidianas que pueden ser divertidas o no, esta recopilación incluye, a modo de retrospectiva, todos los temas que han hecho a excepción de los de su primer disco "Gran sur". Hello Cuca tienen la energía que el rock and roll nunca debió perder; cumplen con nota las expectativas de todos aquellos que aun creemos en los sonidos con aires sureños; ellos pueden hacer mover tu esqueleto espasmódicamente; !ah! y no olvides seguirle la pista a su vocalista: Lidia Damunt. No esperes más, escucha a Hello Cuca aquí.

“Coles Corner” de Richard Hawley

Richard Hawley es un tipo proveniente de Sheffield, ex Pulp, cantautor y –me atrevería a decir- poeta. Y digo esto porque este disco, publicado en el año 2005, está lleno de lirismo y melodía, une sigilosamente poesía y melancolía bajo una música con aires de los 60´s pero que a su vez suena muy actual; arreglos orquestales y guitarras de primera línea incluídas. Su voz, a veces amarga, me recuerda a todos los grandes crooners de la canción moderna: Leonard, Scott, Roy, Burt, Serge, Jhonny, etc. Asimismo, me encanta que el disco se llame “Coles Corner”, una esquina de su ciudad que sirve de punto de encuentro para amantes de ayer y hoy. De sus canciones, en especial de “The ocean”, sólo puedo decir que las escuches aquí.

“Voodoo Suite” de Pérez Prado

Existen artistas inclasificables, personajes a los que la historia coloca etiquetas y que son recordados como “el rey de”, “el padre de” y demás menudencias. Es el caso de Dámaso Pérez Prado. Ligado de forma intrínseca al mambo –del que se considera su máximo exponente-, la versatilidad del cubano es una asignatura musical pendiente de la cual se puede aprender mucho. Partiendo de la rumba y la salsa, Pérez Prado ideó una serie de ritmos que plasmaría en discos de poca repercusión comercial y que incluso podrían considerarse como atrevimientos para un artista de su categoría. “Voodoo Suite” es una muestra de ello. Grabado en 1954, nos ofrece una serie de canciones impregnadas de mambo, free jazz y percusiones africanas que parecieran crear una atmosfera oscura, que envuelve y que irreductiblemente nos arrastra a escucharlo de manera nocturna, porque a medida que suenan las trompetas, se relaja el cuerpo y se comparten confidencias. Algo único en su especie, por aquí lo encuentras.

“Buy” de James Chance & The Contortions

Algunas veces el jazz peca de soberbio y elitista. Por suerte, existen tipos como James Chance que lo rebajan a su nivel más bajo, él –un hombre blanco con actitud de punk negro- le deforma con ritmos frenéticos e imparables, que incluso pueden provocar la epilepsia musical. "Buy" es uno disco que nace de esa actitud, inscrito en la onda del No wave y el free jazz, sabe a New York por todos los lados, une técnica y sonido al servicio de melodías que parecen caóticas. Por ello se ha dicho que “Buy” es la versión sonora de la narrativa de Keruac; aquí lo tienes.

Otis Redding: "Live in London & Paris"

Hoy toca el turno de otro grande de la música de ayer y de siempre: Otis Redding. Ya poco se puede decir de él, Otis sentía el soul en cada músculo de su cuerpo, en vivo era un huracán que hacía cimbrar los escenarios; incluso su fuerza imparable hacía que la emoción metamorfoseara las canciones más ñoñas (atención a “My girl” ¡no parece una balada!) que se convertían en nervio puro y sí, incluso me atrevería a decir que estaba a niveles rockeros que ni los Rolling Stones oiga usted (“Satisfaction”, desde mi punto de vista, es la mejor versión que se ha hecho de esa canción). En 1967 Redding llevó a París y Londres su energía, y este disco es el testimonio de esa época gloriosa. ¿Quieres rock con toques soul? Por aquí lo encontrarás.

"Can You Deal with It?" de Andre Williams & the New Orleans Hellhounds

Todavía quedan por ahí algunos ídolos, Andre Williams es uno de ellos: viejo, ex junkie, ex homeless, ex motown boy y entrañable bastardo amante del soul, del rock y demás ritmos del “shake and movin”. Su último disco “Can you deal with it”, es –según los especialistas y un servidor- genial, rhythm & blues cerdo, divertido y energético. Vaya, que como dijo Quico Alsedo, es como si “Bukowski hubiera sacado disco con los Sonics.”. Empieza a bailar aquí mismo maldit@.

La "piñata" del Instituto Mexicano del Sonido

“Piñata” es un disco publicado en el 2007 por el Instituto Mexicano del Sonido, que es el proyecto del Camilo Lara, un mexicano que hace una especie de electro/hip hop a base de mezcolanzas varias y samplers; lo suyo va desde el rollo americano hasta la cumbia y la salsa y demás sonidos que así, modernizados, suenan majestuosos y fiesteros. Camilo está alejado del hip hop tradicional, se sitúa musicalmente en esa zona metafórica que es Tijuana, la tercera nación. Hace cosas alegres donde se vale prácticamente todo (ojo a “el micrófono” y a “Katia, Tania, Paulina y La Kim”), porque aunque no haya inventado nada nuevo –lo que hace ya lo han hecho otros como el Nortec Collective e incluso el Control Machete- lo suyo es digno de respeto. Por aquí lo encuentras.

The Supreme Genius of King Khan and the Shrines

“The Supreme Genius of King Khan and the Shrines” es una frenética recopilación de temazos de King Khan, el maharaj del soul-rock. Imagine usted que en una coctelera mezcla lo más soul de Iggy Pop, al más furioso James Brown y lo mejor de Ottis Reading, sin olvidar una pizca de psicodelía, espíritu punk y garage-rock. Porque esto precisamente es lo que es este “best of” de King Khan and the Shrines; aires y ritmos retro para disfrutar y bailar toda la noche. Aquí está.

“In the city” de The Jam

Paul Weller, Bruce Foxton y Rick Buckler eran unos postadolescentes ingleses que en los setentas, tras ver a los patanes de los Sex pistols en concierto, decidieron formar una banda. En medio de la revolución punk de la época, en su sonido confluía la alegre pero agresiva onda juvenil del momento, aunada a un estilismo al vestir que les hacía únicos: ni muy punks con esos trajes y corbata, pero tampoco muy mods con esos ritmos intensos y callejeros. “In the city” es un disco de esos en los que las canciones duran en promedio de tres minutos, que tiene un gran potencial comercial, pero que a su vez marca tendencia.

Con el inicia su andadura la carne radioactiva.

Disfrútalo aquí.