
Siempre se ha creído que el rock mexicano es el pequeño David frente al Goliat que es el rock anglosajón. Es irrelevante esa discusión porque -más allá de que pueda ser cierta- el rock es un acto metáfisico que trasciende estados y materias. Es por ello que nos gusta escuchar a Botellita de Jeréz, que en su
disco "Naco es chido" hacen gala de un irreverente chauvinismo y de la picaresca mexicana más conspicua, regalando música alegre y divertida, de fácil escucha y de carácter "anticultureta". Si no lo cree, simplemente preste atención a grandes composiciones como
"Todos tienen tortita menos yo", "
Asalto Chido" (cover del maestro rockdrigo González), "
El Tlalocman" o
"Guaca Rock de la Malinche". Porque mientras exista la gloria y fama de México-Tenochtitlán, todo lo naco será chido.