“No se dice adiós, se dice a Link Wray”, canta nuestro inconmensurable y garagero amigo Juanito Wau, y si lo dice él, es porque es cierto. Link Wray es Dios, con mayúscula, un Dios no tan reconocido como otros que reposan en el olimpo del rock, cuya música, sencilla -que no simple-, cavernícola, febril, sucia y distorsionada, nos ha dado grandes momentos de felicidad. ¿Cómo olvidar el maravilloso efecto del power chord?. Sin Link Wray, seguramente ni el punk ni el heavy metal hubieran sido lo que fueron en su primer momento. En este disco, la carneradioactiva le trae una exquisita selección de sus mejores temas, como “Run Chicken Run” o la mítica “Rumble”, sí, esa que fue vetada por la radio por propiciar las peleas de bandas juveniles. No se dice adiós, se dice a Link Wray !!!.
miércoles, 10 de marzo de 2010
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