¿Qué sería del mundo sin las drogas? De entrada, no comentaríamos muchos de los discos que se ven por aquí, por la sencilla razón de que sin el aliciente alucinógeno y alienante de los narcóticos el mundo del rock no sería lo que es. Auge y caída, gloria y redención, descenso a los abismos, muerte y destrucción, discos clásicos, carreras lampedusianas, todo eso y más es lo que las drogas han dejado en el mundo del rock, y obviamente no es sólo cosa de hombres, a finales de los setenta la musa Marianne Faithfull se limpió las cicatrices de su batalla contra las drogas, espantó a sus demonios y volvió al mundo de la música con “Broken English”, un disco que aclamado por expertos y neófitos como una obra maestra (realmente lo es) y que nos muestra incluso en su portada lo duro que es el ser alcohólica y adicta al heroína: el cigarrillo sostenido más por costumbre que por gusto; la iluminación apagada emulando la oscuridad en que se vive y el gesto de dolor y vergüenza después de una larga noche. Atención a “The ballad of Lady Jane”.
miércoles, 16 de junio de 2010
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