Nos gusta pensar que nos equivocamos, que hubo tiempos en los que éramos altaneros y mirábamos a ciertos grupos y tendencias por encima del hombro. Esta sensación es verdaderamente grata cuando se critica a grupos pop que meten sus narices en el mundo del rock, con resultados ciertamente nefastos en la mayoría de los casos. Sin embargo, y en pro de la justicia poética -para alcanzar nuestra redención- es necesario reconocer que –rara vez- nuestras posiciones son erróneas. Es por ello que el “mea culpa” viene dado por la escucha del disco de versiones “Thank you” de Duran Duran. Obra que fue vilipendiada por público y especialistas en su momento; eran los noventas y aun no estábamos preparados para tanto revival, porque sino no nos explicamos que las bonitas versiones de figuras como Bob Dylan (“Lay Lady Lay”), Lou Reed (“Perfect Day”) y Elvis Costello (“Watching The Detectives”), Led Zeppelin (“Thank you”), Iggy Pop (“Success”), David Bowie (“Diamond dogs”) y otros como The Temptations o The Doors no hayan tenido el reconocimiento que se merecen. ¿Suicidio comercial o injusticia? Juzgue usted mismo.
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