Como muchos headbanger boys de los noventas, llegué tarde a la escucha de los Stone Roses, tardé mucho tiempo en darme cuenta que ellos lo tenían todo: imagen, carisma, sonido, hedonismo, actitud, concepto de grupo y canciones de esas que pueden cambiar la vida de cualquiera que esté en el lugar y el momento adecuados. Su primer disco es una pequeña joya que combina guitarras psicodélicas, una contundente sección rítmica, melodías redondas y textos escritos con la insolencia de quien realmente se cree que el mundo es suyo. Su disco de introducción, homónimo, apabullante, editado hace 20 años, lo tienes aquí.
miércoles, 28 de octubre de 2009
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Uno de los mejores discos de los últimos 30 años. La secuela tampoco estaba mal. Y luego, la nada. Una pena cómo se echaron a perder porque lo tenían todo.
ResponderEliminarbueno, su segundo disco fue un pequeño clásico oculto (amén de arruinar a su compañía y de paso, su reputación de banda solvente). Pero me gusta más ese sonido directo y esa urgencia de su primera época
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