Con el paso de los años (y de los discos) que han marcado nuestra vida, uno se da cuenta de que The Cure, esa banda encumbrada -por los fans- como una agrupación de vestimenta y sonido gótico, es más importante de lo que parece. Las letras y la música del maestro Robert Smith se balancean entre el pop más intimista y la lírica poética, y entremedias un llano de oscuridad. Podría seguir hablando maravillas de The Cure, simplemente diremos que sus primeros cinco discos, nos parecen el santo y seña de una mente privilegiada y pródiga, cuyas canciones profundas y cargadas de emoción, forman parte de la vida de todos los que le seguimos, por eso, aquí y ahora, el disco "Seventeen seconds". Imprescindible.
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