The Rolling Stones

Los que vivimos escuchando discos del ayer, tenemos un pequeño juego: imaginar que podemos visitar el proceso de grabación de uno de nuestros discos favoritos. Yo siempre digo que me hubiera gustado estar en la costa azul de Francia junto a The Rolling Stones en 1971, allí hubiera vivido con ellos uno cuantos excesos y desvarios, incluso al punto de perder la razón con el heroinómano y adorable bastardo que era Keith Richards en ese tiempo, y sobre todo, ver, vivir, gozar y sufrir la gestación de uno de nuestros discos favoritos: "Exile of Main Street".

Fugazi

Si eres un verdadero rocker seguramente sabes cosas de Fugazi: que se formaron en 1987 por Ian MacKaye y Guy Picciotto; el pasado de la banda (Minor Threat); el rollo de Dischord y que su primer álbum “Repeater” es una obra que lleva el hardcore a los terrenos de la emotividad del rock, lo que unido a la falta de convencionalismos comerciales de la banda (no tienen merchandising externo, no cobran más de 5 dólares la entrada, están en contra del salvaje “Slamdancing” por ser excluyente con las mujeres, tocan en lugares aptos para menores, etc.), produce canciones estimulantes e intensas. Imprescindible su documental “Instrument”. Grandes Fugazi.

The Drones

The Drones son una banda australiana que hacen un rock visceral y crudo, una mezcla de blues rock con psychobilly, aunque en otro lados nos hemos enterado que les enmarcan como postrock; etiquetas aparte, creemos que su primer larga duración “Here comes the lies” les situa como hijos deudores y bastardos del legado de figuras como Nick Cave, Neil Young, The Velvet Underground, Van Morrison, Suicide o Bad Brains. Tocan fuerte y salvaje, versión de The Cramps incluida, nos gusta que sea así.

Guns N´Roses

¿Por qué “Appetite For Destruction” es el mejor disco debut de la historia?

Porque es un disco de rock salvaje, sucio, excitante y macarra. Con el cual Guns N´Roses se consagraría para siempre, unificando de forma sólida y armoniosa un sonido a medio camino entre el heavy metal y el punk rock. Imprescindible.

The Modern Lovers

De The Modern Lovers se han dicho unas cuantas cosas, sin embargo nosotros vamos a lo importante, es decir, que esta banda, cuyos algunos de sus integrantes fueron el jefe Jonathan Richman, Jerry Harrison (ex Talking Heads) y David Robinson (ex The Cars), son una banda de proto-punk con mucha calidad, lo suyo era como un rock minimalista con esencia adolescente –¡que pedante hemos sonado!- que vendría a ser como una mezcla de Velvet Underground y Sex Pistols, eso, y unas cuantas letras explícitas sobre drogas, comida chatarra, suburbios y hasta la hombría de Pablo Picasso, es lo que nos encontramos en su disco “The Modern Lovers”.

Alice Cooper

Siempre hemos creído que sin las grandes figuras que idolatramos por aquí, el rock no sería lo que ha sido. Uno de ellos es el inconmensurable Alice Cooper, sin su puesta en escena estrafalaria y lúgubre y ese hard rock lleno de performance que nos dio en los setentas, muchas bandas no hubieran existido jamás y nosotros no seríamos lo que somos; él es el mejor. Sin embargo, nos es difícil escoger un disco de su primera etapa (la Alice Cooper Band), así que para ello mejor vamos directamente al disco “Billion Dollar Babies”, que a pesar de ser un éxito de ventas, es una de las piezas básicas de su discografía. Atención a "Hello, Hooray", "I love the dead" o "Elected".

Marianne Faithfull

¿Qué sería del mundo sin las drogas? De entrada, no comentaríamos muchos de los discos que se ven por aquí, por la sencilla razón de que sin el aliciente alucinógeno y alienante de los narcóticos el mundo del rock no sería lo que es. Auge y caída, gloria y redención, descenso a los abismos, muerte y destrucción, discos clásicos, carreras lampedusianas, todo eso y más es lo que las drogas han dejado en el mundo del rock, y obviamente no es sólo cosa de hombres, a finales de los setenta la musa Marianne Faithfull se limpió las cicatrices de su batalla contra las drogas, espantó a sus demonios y volvió al mundo de la música con “Broken English”, un disco que aclamado por expertos y neófitos como una obra maestra (realmente lo es) y que nos muestra incluso en su portada lo duro que es el ser alcohólica y adicta al heroína: el cigarrillo sostenido más por costumbre que por gusto; la iluminación apagada emulando la oscuridad en que se vive y el gesto de dolor y vergüenza después de una larga noche. Atención a “The ballad of Lady Jane”.

Motorhead - Ace of Spades

“Supe que tenía que morderte, nena, la primera vez que te vi. Aquel momento me excitó. No termino de creérmelo. Y me gusta ver el contoneo de tu cuerpo. No tengo elección, voy a retorcerte por la cola. Ámame como un reptil. Voy a hincarte los colmillos”. Así de claro y rotundo; Lemmy es Motorhead y Motorhead es el puto rock. Y como bien dicen por ahí, “Ace of Spades” es el “disco más sucio, perverso, rápido y crudo del grupo más sucio, perverso, rápido y crudo del rock.”

Duran Duran

Nos gusta pensar que nos equivocamos, que hubo tiempos en los que éramos altaneros y mirábamos a ciertos grupos y tendencias por encima del hombro. Esta sensación es verdaderamente grata cuando se critica a grupos pop que meten sus narices en el mundo del rock, con resultados ciertamente nefastos en la mayoría de los casos. Sin embargo, y en pro de la justicia poética -para alcanzar nuestra redención- es necesario reconocer que –rara vez- nuestras posiciones son erróneas. Es por ello que el “mea culpa” viene dado por la escucha del disco de versiones “Thank you” de Duran Duran. Obra que fue vilipendiada por público y especialistas en su momento; eran los noventas y aun no estábamos preparados para tanto revival, porque sino no nos explicamos que las bonitas versiones de figuras como Bob Dylan (“Lay Lady Lay”), Lou Reed (“Perfect Day”) y Elvis Costello (“Watching The Detectives”), Led Zeppelin (“Thank you”), Iggy Pop (“Success”), David Bowie (“Diamond dogs”) y otros como The Temptations o The Doors no hayan tenido el reconocimiento que se merecen. ¿Suicidio comercial o injusticia? Juzgue usted mismo.

Hatebreed

El reino de la brutalidad. Esta puede ser la frase que mejor describe a los hardcoremetaleros Hatebreed, que en su disco de versiones "for the lions" rinden tributo a bandas, como Metallica, Slayer, Madball, Suicidal Tendencies, Black Flag u Obiturary, a tenor de la recia voz del jefe Jamey Jasta. Lo mejor para los amantes del rock extremo.

Memphis Slim & Jean-Paul Amouroux

Para usted que es un aventurero musical, le traemos el disco “Boogie Woogie Duets”, obra donde reluce el blues melódico, el boogie woogie más virtuoso y el swing con el sello de Memphis Slim (a dueto con Jean-Paul Amouroux).

Fats Domino

Dicen que el carácter afable, su forma de tocar el piano y el tono de voz de Fas Domino le hacen un ser encantador. Seguramente sea así, porque en discos como “This is fats”, pocos como él vaticinaron e influenciaron el advenimiento del rock and roll a partir de la década de los cincuentas. Sirva este post como homenaje a alguien que –injustamente- se hizo famoso gracias a que otros se apropiaron de sus canciones (¡Little Richard a ti también te queremos!).